Querida voz saboteadora (alias voz crítica, o duda de mi misma)
Tú y yo tenemos una relación complicada desde hace un tiempo. Nos conocemos de toda la vida, pero tu volumen empezó a ser más fuerte en el último año.
Yo había terminado de escribir mi tesis sobre la maternidad en el trabajo y sentía en mi corazón que quería dedicarme a acompañar a mujeres en etapas de transiciones como esta. Pero tú tirabas mi sueño al piso con frases tan duras como: “Lorena, quién eres tú para hablar de la maternidad si no eres mamá”. Y yo bajaba la cabeza, creía que tenías razón y que era mejor quedarme callada porque “no estaba lista”.
Luego me tocó buscar trabajo en Londres. Pasé de ser la primera de la promoción en el colegio y la universidad, con una carrera exitosa en recursos humanos en Perú, a no ser nadie acá. Postulé a más de veinte posiciones y recibí varios correos diciendo que “lamentablemente no iban a continuar con mi aplicación”. Y dudé de mi misma, de mis capacidades, mi talento, de mi valor, mientras sonaba en el soundtrack de mi cabeza una de tus frases favoritas: “es que seguro no soy lo suficientemente buena para esto”.
Yo sé que tu intención es buena, voz saboteadora. Tú quieres protegerme ante situaciones nuevas o que me hacen emocionalmente vulnerable. Por eso no quiero enojarme contigo ni reclamarte, pero tampoco quiero que me robes la alegría y el gozo que siento cuando hago lo que me apasiona.
Así que te propongo que tengamos una relación distinta. Cada vez que aparezcas, te escucharé y diré “gracias por preocuparte, pero voy a intentarlo”. Porque de ahora en adelante tomaré mis decisiones desde mis talentos y sueños, en lugar de la autocrítica o miedo. Porque me di cuenta que lo que me decías no tenía mucha evidencia. Yo no tenía que ser mamá para hablar de la maternidad y crear una comunidad de mujeres que nos acompañamos en etapas de transición y Ñustas es la prueba de ello. Yo si podía conseguir un trabajo en Londres y de hecho en Noviembre cumplo mi primer aniversario como Gerente de Impacto y Cambio en una de las empresas consultoras más importantes en Entrenamiento y Coaching acá.
Querida voz saboteadora, ¿qué te parece, entonces, si dejamos la seriedad y le ponemos más humor a nuestra relación? En la primera sesión del Programa de Empleabilidad y Desarrollo Profesional de Ñustas hablaba con otras mujeres sobre ti y decidimos ponerte un personaje. Algunas te dibujaron como un monstruo, como un personaje de ficción, un iceberg, una aguja. Y fue increíble ver cómo, al pensar que ese personaje nos decía tus frases críticas, perdiste poder y pudimos mirarte con más compasión.
Así que esta carta no es un adiós, no. Yo sé que tu volumen será aún más fuerte ahora que expongo mi voz y sueños a través de Ñustas. Porque cuando nos conectamos con nuestro propósito, cuando estamos listas para dar el siguiente paso en nuestras carreras, es imposible no escucharte. Pero sí es posible dejar de tomar dirección de ti, para empezar a tomar decisiones desde otra voz, la de la intuición y sabiduría interior.
Hasta mañana voz saboteadora. Sé que pronto te volveré a escuchar y esa será una señal de que me estoy atreviendo a vivir mi vida y diseñar mi carrera en mis propios términos.
*El concepto de voz saboteadora o “inner critic” proviene del modelo Playing Big creado por Tara Mohr. Lorena se graduó del Programa de Facilitadores Playing Big en Agosto 2018 y utiliza estas herramientas para dar coaching y mentoring a mujeres y organizaciones.