Hola Ñusta,
Hay días en los que nos cuesta levantarnos un poco más que otros. Si este es uno de ellos, respira hondo y sigue leyendo que te traemos una historia capaz de demostrarte que el cambio es posible.
Estados Unidos, 1954. Ruth Bader Ginsburg se matriculó en Harvard para estudiar derecho junto con su esposo. Era una de las 9 mujeres entre los +500 estudiantes. Una de las nueve que tuvo que explicar "qué hacía ocupando el lugar de un hombre" y probar continuamente que era una profesional competente. A pesar de terminar sus estudios en Columbia con excelentes resultados académicos, ningún estudio de abogados la contrató por ser mujer, así que empezó a trabajar como docente en la universidad sin perder de vista su propósito: la lucha de la justicia e igualdad.
En los años 70´s Ruth empezó a defender y ganar casos trascendentales para la Organización de Derechos Civiles de Estados Unidos. Defendió el derecho de las mujeres a tener una cuenta bancaria y obtener un préstamo sin pedir permiso a sus maridos. Defendió a hombres que no podrían acceder a la ayuda de la seguridad social para criar a sus bebés porque esta estaba destinada a las mujeres. Y a través de toda su vida nos demostró que la discriminación de género no solo era nociva para las mujeres, sino también para los hombres y toda la sociedad.
Ruth Bader Ginsburg, la jueza progresista del Tribunal Supremo de EEUU nos dejó a sus 87 años, pero su legado merece ser honrado. Se nos fue un ícono del feminismo, una precursora en los avances de la igualdad de género, matrimonio igualitario y derechos de los inmigrantes. ¿Qué podemos aprender de su historia, Ñusta?
Si te quedaste con ganas de saber más de su vida, te recomendamos la película biográfica "On The Basis of Sex" o "Una Cuestión de Género". Y si quieres que hagamos un movie club para compartir reflexiones y experiencias déjanos un comentario y organizamos algo lindo, juntas.
Con cariño,
Ñustas